miércoles, 6 de enero de 2010

El destino de un poeta (SS/HG)

Estoy enamorada de usted y el amor es para idiotas, y usted me odia y me detesta por que soy su alumna, Profesor, ¿ha pensado alguna vez que la estudiante que mas le odia esta enamorada de usted? ¿Ha pensado alguna vez que los peores enemigos pueden enamorarse? ¿Ha visto alguna vez las miradas anhelantes que hacia usted dirijo? ¿Ha notado alguna vez que no lo odio? ¿Ha notado profesor que lo amo?.
No, no lo ha notado y no lo notara jamás por que yo nunca dejare que lo note.
Por que hay un mundo de ríos quebrados y distancias inasibles en nuestras vidas, por que somos polos opuestos, que no se atraen sino que se repudian.
Por que somos muy diferentes, por que yo pienso una cosa y usted piensa otra.
¿Tenemos futuro profesor? No lo creo, por que dos personas tan diferentes solo pueden ser enemigos
¿Alguna vez te has fijado en mi para algo mas que regañarme? No creo que lo hayas hecho, por que yo aparento que te odio, tu en cambio me odias de verdad, por que somos enemigos, por que tu me odias, mis amigos te odian y yo debo odiarte.
Pero no puedo simplemente pedir cosas imposibles, no le puedo pedir a mi corazón que te odie si te ama, no puedo pedirle a mis ojos que te miren con desprecio si lo único que saben hacer es mirarte con adoración, no puedo pedirme a mi misma no amarte, por que así me suplique sigo adorándote.
Por que trato de alejarme y no puedo, por que me deshago de ti y yo misma vuelvo.
Por que me odias y yo a ti no, por te amo y tu me desprecias.
Por que ni en mil años te fijarías en mi, por que soy tu alumna y tu eres mi profesor mas odiado.
Por que ni siquiera me puedo acercar a ti, por que ni siquiera eso me permites.
Por que me lastimas con cada comentario ácido que me lanzas.
Por que dañas con cada mirada de desprecio que me diriges
Pero al fin y al cabo Severus a ti no te importa mi canción ni mi poema ni mis palabras, por que me odias y ni te imaginas que yo te amo
Y me da rabia por que aun tengo esperanza, y estoy furiosa por que sigo esperando que llegue una lechuza con una declaración de amor que jamás existirá.
Y la esperanza aun sobrevive por que aun espero que cuando leas esto no tengas el corazón de piedra
Y aun espero que cuando leas mi carta vengas hasta aquí, hasta el vagón del tren por que será la ultima vez que nos veremos.
Por que ya no aguanto mas que me odies, alégrate profesor, no tendrás que aguantarme mas, alégrate, por que mi amor callado solo tuvo una carta para manifestarse.
Por que aunque no nos volveremos a ver yo siempre sufriré por ti, esperando algún beso o un abrazo, esperando que el timbre de mi casa suene y seas tu, con un ramo de flores.
Y es probable que cuando recibas este pergamino y veas mi letra lo rompas, por que mis cosas no te interesan
Por que aun sigo teniendo esperanzas, aunque estas sean un castillo en el aire
Por que esas esperanzas son lo único que me impulsan a vivir
Y me lastimas con placer, y me apuñalas con una sonrisa en tus finos labios.
Por que cada palabra tuya me lastima, por que cada mirada de desprecio que me diriges me atraviesa el corazón
Pero al fin y al cabo eres así, lejano y frió, eres victimario y eres desalmado.
Por que te fuiste y me arrancaste el corazón y con el te llevaste mi vida
Llévate también mi inteligencia, llévatelo todo Severus por que soy por entero tuya, así tu no lo quieras
Hermione Granger


Una lagrima resbalo por su nariz y trazo un camino húmedo en el vidrio del vagón, Harry y Ron la observaban callados, apesadumbrados por que su mejor amiga estaba deprimida y por que ellos también lo estaban un poco y pensaban que su amiga estaba deprimida por que no volverían a Hogwarts, por que habían terminado su ultimo año de estudios.

Y unos pasos sonaron cerca, seguidos por el suave murmullo de la seda rozando con el piso, y un hombre entro al compartimiento, y Hermione exhaló un suspiro por que era su cruel asesino.

Por que en la puerta del compartimiento se alzaba imbatible Severus Snape con su actitud fría y despreciable y tenia en la mano un pergamino enrollado.

-¿Es esto suyo señorita Granger? –le acerco el rollo de pergamino con un gesto de desdén que atravesó el corazón de la castaña.

-S... Si profesor –había vacilado, pero quizás en el pergamino habría una respuesta, y una nueva y vana esperanza se encendió en su corazón.

Snape le paso el rollo con asco y ella lo recibió con veneración.

-Lo... ¿lo ha leído profesor? –estaba muy confundida y el piso daba vueltas, pero necesitaba saberlo.

-Si, iba para mi ¿no? –Hermione asintió apesadumbrada y Severus se giro con energía y se alejo del compartimiento en el que estaba el trío dorado de Hogwarts.

-¿Qué es eso Herm? –Ron estaba detrás de ella tratando de mirar por encima de su hombro y Harry trataba de quitarle el pergamino.

-Nada que les interese –el pelirrojo y el moreno se detuvieron en el acto, Hermione nuca les hablaba así.

Con energía, casi con un gesto de desesperada suplica desenrollo el pergamino, rogando por una respuesta, y al verla se quedo helada, por que habría sido mejor que no hubiera a que fuera una así.

Y las lagrimas brotaron de sus castaños ojos haciendo que la tinta se corriera y el contenido de la carta fuera ininteligible, y solo sobrevivió a la lluvia de llanto un pequeño párrafo, unas meras palabras que habían destruido al fin el corazón puro y sano de Hermione Granger.

Debería ser poeta
Señorita Granger,
Para ellos nunca
Hay finales felices.
Severus Snape

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